El Presidente de Bolivia hace gala de su ignorancia ayer en la Conferencia Mundial de Pueblos sobre el Cambio Climático y la Madre Tierra, atacando a todo el que se cruce en su camino, incluyendo, claro está, a la exagerada y opresora sociedad capitalista y a la comunidad LGBT. "El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas. Por eso los hombres que las comen tienen desviaciones en su ser como hombres", cita textualmente este artículo de ElPais.com.
Afortunadamente, como un caballero en brillante armadura, Pere Puigdomènech, biotecnólogo y profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) dice: "Ignoro cómo ha llegado a esas conclusiones, me gustaría saber qué base tiene". Claro, a todos nos gustaría saber. Es cierto, desde todo punto de vista, varios alimentos, incluyendo la carne, está inundada de hormonas para hacer crecer el ganado, para que las aves sean más gordas, cosa que no es buena ni saludable (soy fiel defensora de las granjas orgánicas, es solo que son muy escasas), pero, hasta donde sabemos, no se ha descubierto la causa de porque unas personas son heterosexuales y otras no. Ese tema no ocupa ni un segundo de mis sinapsis. Obviamente, los líderes LGBT están furiosos y exigen una disculpa pública. Para mí, es echarle leña al fuego a un asunto que no vale la pena ni mencionarlo. Probablemente sea un intento desesperado de llamar la atención. Pongámonos a pensar, si una serie no está teniendo audencia, ¿Qué hacen?... A, si: introducen a un personaje LGBT en su historia. Si un artista no tiene nada de que hablar, dice que repentinamente despues de tantísimos años, ha descubierto y aceptado su homosexualidad (sin menciones especiales aparte). Somos un tema de moda, todos nosotros, nos usan para crear controversias. Me niego a ser una marioneta para atraer publicidad. No somos vistos como seres pensantes e inteligentes, sino como bichos raros que solo se ven de lejos, que no quieren dentro de sus trabajos ni escuelas, pero siempre estamos ahí para hacer popular una serie (y no es que me queje que la comunidad LGBT aparezca en una serie televisiva, pero dentro de un marco que no nos estereotipe). Sigamos pensando y reflexionando. Saludos.
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