jueves, 4 de noviembre de 2010

Tabloide Ugandes publica lista de homosexuales e incita a ajusticiamiento

Con la indignación todavía en la cara, acabo de leer en una publicación en línea que un semanario ugandés llamado "Rolling Stone" ha publicado recientemente una lista de 100 personajes de la sociedad de ese país africano que se identifican como homosexuales, incitando a sus lectores a ahorcarlos, brindando para ello nombres completos, cargos y direcciones, acorde a las cuales muchos han recibido manifestaciones homofóbicas, incitándoles incluso a abandonar sus vidas y sus hogares. David Bahati, un legislador, promueve una ley que criminaliza la homosexualidad "trabajando todos los días de su vida (para ello)", según lo que dice la publicación son sus propias palabras. Pero los ugandeses más conservadores no necesitan una ley, misma que ya fue condenada por la UE, porque obviamente se sienten con el derecho de invadir la privacidad de cualquier persona, con tal de hacer cumplir la ley de Moisés que califica "echarse con hombre como con mujer" es una abominación, así como comer sangre y copular con una mujer durante la menstruación (su etapa impura). Según el editor de esta "zine", Giles Muhame, tenemos "grupos" que "reclutan a niños en las escuelas". No somos un grupo de ultraderecha, esos si que reclutan niños regalandoles camisetas, vasos y pulseras muy "cool". Lo que más me molesta, y si, estoy molesta, es la desfatachez, indiferencia y aires de heroismo y de superioridad del alegado periodista. En su intento por proteger a la familia "tradicional" no se dan cuenta de que no hay nada que proteger, porque los divorcios, padres secuestrando, violando y matando a sus propios hijos, sometiéndolos a castigos que no se le darían ni a un perro se han encargado de hacer todo el trabajo. Una vez alguien dijo, no recuerdo ahora mismo, "cuando sepan que son tan aburridos como nosotros (heterosexuales) los dejarán en paz". Sabias palabras. Somos tan aburridos y normales como quedarse viendo a Angelina Jolie en una película con tu novio o novia en el sofá un sábado. ¿Acaso nadie ha entendido que somos normales? ¿Que tal vez nuestra preferencia sexual solo forma parte de esa gran comunidad de experiencias y personalidades que es el mundo? Yo tengo la esperanza de que algún día cada uno se encargue de sus propios asuntos y deje de ver la paja en el ojo ajeno, en el que todos nos respetemos y seamos tratados igual ante la ley del mundo, porque ante el Creador, todos somos iguales. Para la nota original, comparte este vínculo.

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